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Quercetina, flavonoide

Presencia en los alimentos
El flavonoide quercetina pertenece al grupo de los polifenoles y se presenta en la naturaleza como un pigmento vegetal amarillo, sobre todo como glucósido (por ejemplo, en forma de rutina). Se encuentran contenidos especialmente elevados en algunas variedades de manzana, la cebolla, el perejil, la salvia, el ginkgo biloba, pero también en el trigo sarraceno real (té), el té verde, el té negro, las uvas, las cerezas oscuras y las bayas. Como la quercetina se encuentra principalmente en la piel de la fruta, su contenido es mayor en el vino tinto que en el blanco.

Quercetina – el «rey de los bioflavonoides
Como sustancia vegetal secundaria, la quercetina tiene fuertes propiedades antioxidantes y se considera el antioxidante más eficaz de la clase de sustancias flavonoides. Esto situaría a la quercetina incluso por encima de las antocianinas de la uva (OPC) y las catequinas del té verde (1). Son precisamente estas capacidades antioxidantes las que hacen que la quercetina sea interesante para la salud humana, ya que actúa como un eficaz eliminador de radicales en el organismo humano tras su absorción a través del tracto digestivo (2). Dado que los radicales libres están estrechamente relacionados con numerosos procesos patológicos (por ejemplo, reacciones inflamatorias) en el organismo, una reducción de la carga oxidativa en el cuerpo puede tener un efecto positivo en la salud (3)(4). Los experimentos básicos han demostrado que la quercetina probablemente tiene un efecto positivo en el sistema antioxidante de varias maneras:

– Neutralización directa de los radicales libres y, por tanto, reducción de la carga del estrés oxidativo
– Capacidad de unir iones metálicos reactivos y así evitar la formación de más radicales de oxígeno
– Evitar la oxidación de las LDL y, por tanto, la peroxidación de los lípidos
– Estimulación de la producción de glutatión y consiguiente mejora de las defensas antioxidantes del propio organismo
– Estimulación de las enzimas antioxidantes para reforzar su actividad (1).

La quercetina actúa como un ahorrador de vitaminas
El bioflavonoide quercetina tiene un efecto antioxidante sobre la vitamina C, es decir, recicla la vitamina C oxidada y, por lo tanto, actúa como «salvador de vitaminas» y «potenciador de vitaminas» (5). En la naturaleza, la quercetina se presenta principalmente como un glucósido. La fuente más común de quercetina es la rutina, en la que se glicosila con el azúcar rutina. Gracias a su capacidad antioxidante, los bioflavonoides también tienen efectos anticancerígenos, inmunoestimulantes (6) y antiedémicos.

Propiedades antivirales de la quercetina
Los estudios clínicos demuestran que tomar quercetina puede aliviar los síntomas de las enfermedades respiratorias. Los efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios de la quercetina son probablemente responsables, al menos en parte, de este efecto (19)(20). Además, la quercetina tiene propiedades antivirales, que se consiguen estabilizando el factor de transcripción NRF2 (21). Esto conduce a la estimulación de los procesos metabólicos antioxidantes y antivirales propios del organismo, que contrarrestan la replicación viral. Al disminuir la actividad del NRF2 con la edad y en presencia de diversas enfermedades metabólicas como la diabetes, el apoyo de la quercetina es especialmente prometedor en estos casos (22). Otro mecanismo antiviral se abre con las propiedades ionóforas («portadoras de iones») de la quercetina, que se discuten especialmente en relación con la enfermedad COVID-19. Los experimentos básicos muestran que los iones de zinc pueden inhibir la replicación del nuevo coronavirus. La quercetina asegura el transporte de iones de zinc al interior de la célula como ionóforo (23).

Modo de ingresos generales
La quercetina debe tomarse con las comidas

Referencias:
Micronutrient Coach® – El gran compendio de nutrientes de BIOGENA. 4ª edición. Verlagshaus der Ärzte, Editores: Dr. Christina Schmidbauer y Georg Hofstätter MSc.